Estadísticas conventuales


Santa Catalina de Siena (Polonia)

 

En este gráfico observamos el número de profesas por décadas dentro del convento de Palma. Aquí destaca que la mayor concentración de monjas se produce alrededor de la década de 1660, donde el número de entradas es especialmente elevado. A partir de ese momento, el número de ingresos se estabiliza con oscilaciones, pero siempre dentro de un margen de entre 4 y 8 monjas por década. Esto indica que el convento tuvo una actividad constante, aunque sin los grandes picos de entrada que vimos en Vic.

 

Aquí se presenta la disponibilidad de datos sobre la naturaleza de las monjas. En total, en 63 casos no se conoce el origen y en 58 sí está registrado. Al igual que en el convento de Vic, trabajamos con documentación incompleta, pero el porcentaje de casos con información disponible es algo más equilibrado en este convento.

 

Cuando observamos de dónde proceden las monjas cuyo origen sí consta, se aprecia que la mayoría eran naturales de Palma (29,5%). Le siguen otros municipios de Mallorca, como Valldemossa, Petra, Manacor, Montuïri, Sineu o Alcúdia. El resto de localidades aparecen representadas en el otro gráfico ya que solo han aparecido una vez. Este patrón demuestra que el convento de Santa Catalina de Palma tenía una proyección casi exclusivamente insular, muy centrada en Mallorca y especialmente en la capital.

 

Finalmente, este gráfico clasifica a las monjas según la función o categoría dentro del convento. La gran mayoría, un total de 96, pertenecían al coro, es decir, eran monjas de vida coral dedicadas principalmente a la oración y las tareas espirituales. Por otro lado, 25 de ellas estaban en obediencia, dedicadas a trabajos concretos y oficios dentro del convento. Esta distribución refuerza la idea de una comunidad bien estructurada, donde la mayoría desempeñaba un papel espiritual y una parte más reducida se encargaba del funcionamiento interno.

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